Posible ratificación del Convenio nº 189
2 marzo, 2020Informe UGT y brecha salarial entre mujeres y hombres
4 marzo, 2020Hoy en día hay un fenómeno que ha crecido a nivel mundial, y es el hecho de que hay muchas familias que se ven en la necesidad de contar con personas que se hagan cargo de un o una familiar en situación de dependencia, en su mayoría, personas mayores. Esta figura de atención socio-sanitaria en el hogar -legalmente conocida como cuidadores/as no profesionales-, puede ser adoptada por un familiar o por una persona externa sin relación de parentesco. Sin embargo, en la realidad nos encontramos que son las mujeres familiares de la persona en situación de dependencia quienes asumen esta labor de cuidadoras no profesionales.
Ante esta situación, las personas se responsabilizan de las labores de cuidado de forma no remunerada y únicamente sustentada en razones de solidaridad familiar, donde su condición de cuidadoras informales les vuelve invisibles en el desarrollo de las políticas sociales.
Actualmente, las mujeres asumen el rol principal de la labor de los cuidados por cuestiones de género, atribuidos a la capacidad innata para los cuidados de las mujeres sólo por el hecho de serlo. Además, se asume como una obligación moral prestar dicha asistencia. La brecha de género en relación a las tareas de cuidado conlleva un mayor impacto en la calidad de vida de las mujeres al poseer menor cantidad de tiempo para ellas mismas y sin posibilidades de remuneración justa por su labor. Es un rol que se va generando de forma paulatina, a veces sin ser conscientes, prestando asistencia a medida que la persona dependiente lo va demandando.
Según el informe de OXFAM “Tiempo para el Cuidado”, no hay ningún lugar en el mundo donde los hombres se encarguen de un volumen de trabajo de cuidados superior al de las mujeres; a nivel global, las mujeres y niñas realizan más de las tres cuartas partes del trabajo de cuidados no remunerado, sin que se reconozca que este trabajo que llevan a cabo aporta un enorme valor a la sociedad y a la economía en todo el mundo. A menudo, las mujeres se ven forzadas a reducir su jornada laboral o a renunciar a su empleo remunerado para poder hacerse cargo del trabajo de cuidados.
¿Quieres conocer más información sobre el tema? Consulta la noticia original en la página web del Observatorio de Violencia de Fundación Mujeres a través del siguiente enlace.
Este artículo forma parte de la campaña de activismo que se va a llevar a cabo con motivo del día 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, en el marco del proyecto “Banco de Buenas Prácticas para la prevención de la Violencia de Género y Educar en Igualdad, hacia un voluntariado 2.0 por el Buen Trato”, gracias a la financiación del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, a través del IRPF “OTROS FINES DE INTERÉS SOCIAL”