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2 noviembre, 2023The Quarterly Journal of Economics ha publicado el estudio Violencia contra las mujeres en el trabajo. El estudio se basa en informes policiales de Finlandia con datos de entre 2006 y 2013. Los resultados son claros, tras una situación de violencia, es la víctima quien sufre un mayor impacto en su desarrollo laboral, sobre todo si es una mujer.
Violencia contra las mujeres en el trabajo
El estudio, se centra en analizar las repercusiones de sufrir una situación de violencia en función de si la víctima es un hombre o una mujer y cuando el agresor es un hombre. Para ello, analizaron datos policiales de Finlandia de entre 2006 y 2019. En la muestra analizada un 84% de agresores hombres, mientras que la representación de víctimas hombres y mujeres era equitativa. Para lograr determinar las consecuencias de sufrir este tipo de situaciones y ver las diferencias entre mujeres y hombres, atendieron a dos variables. La primera de ellas, tuvieron en cuenta el ingreso económico de las víctimas en comparación con los agresores. Cuando eran mujeres, estas tenían ingresos muy inferiores a los agresores. La segunda, fue el tipo de delito. En este sentido se observó que cuando la víctima era una mujer, el delito se caracterizaba de una mayor gravedad.
Los resultados eran claros. Si tanto el agresor como la victima eran hombres, los agresores experimentaban repercusiones negativas mayores a sus víctimas. Sin embargo, cuando el agresor era un hombre y la víctima una mujer, ellos tenían más probabilidades de mantener su trabajo y la mayor repercusión caía sobre la mujer, repercutiendo en su desarrollo laboral con un impacto que puede durar hasta cinco años. La investigación revela como una posible causa a estas diferentes consecuencias: el poder económico de los agresores.
Impacto de la violencia entre trabajadores en la empresa
El estudio Violencia contra las mujeres en el trabajo, también examina el impacto de la violencia en la propia empresa. Para ello, analizan empresas lideradas por mujeres y otras lideradas por hombres. En este ultimo caso se produce una disminución de la representación femenina en la propia empresa como consecuencia de estas agresiones. Establecen como causantes dos factores: las mujeres empleadas, tras ver este tipo de situaciones, se van; y se comienzan a contratar menor mujeres. De una u otra manera, por mucho que sean los hombres los agresores, las repercusiones vuelven a recaer en mayor medida en las mujeres. Sin embargo, cuando la empresa está dirigida por mujeres, son los agresores quienes tienen menor probabilidad de permanecer en sus puestos.
A modo de conclusión, el informe muestra cómo el liderazgo masculino fomenta el abandono de mujeres de sus puestos de trabajo tras sufrir situaciones de violencia, lo que perpetúa la masculinización de las empresas. Si el liderazgo femenino influye en evitar que sean ellas quienes abandonen el empleo, las acciones dirigidas a eliminar brechas en el ascenso de las mujeres a puestos directivos, puede ayudar a mitigar el que sean ellas quienes tengan una mayor repercusión tras ser víctimas de una situación de violencia.
Puedes acceder a la fuente de información a través del siguiente enlace.
Podrás encontrar más información sobre violencias en entornos laborales, accede al Observatorio de Igualdad y Empleo.
El Observatorio de Igualdad y Empleo es una acción de divulgación que forma parte del proyecto Empoderamiento e Igualdad para el Empleo financiado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.